“Dicen que la murga es...
Un bombo y un redoblante,
la murga viento de voces
que te impulsa hacia adelante.
Un verso que surge claro
y que queda entre la gente,
es mucho más importante
que un cantar grandilocuente”
Un bombo y un redoblante,
la murga viento de voces
que te impulsa hacia adelante.
Un verso que surge claro
y que queda entre la gente,
es mucho más importante
que un cantar grandilocuente”
Retirada 1982 - Falta y Resto
El carnaval uruguayo es un producto sincrético, constituido con los aportes de las distintas corrientes inmigratorias que imprimieron sus singularidades a un fenómeno de por sí polisemico, nutrido de fragmentos y remanentes de otras fiestas, tanto paganas como cristianas.
En esa diversidad de contenidos de nuestras carnestolendas, se destaca un componente rutilante, tal vez lo más representativo de los festejos, la manifestación más pícara y transgresora del culto a Momo por estos lares: la murga.
La batería de bombo, redoblante y platillos, instrumentación que caracteriza a la murga desde los tiempos del mítico director Pepino, tuvo que evolucionar. Insumos de más calidad, mayor tecnología en la fabricación y nuevas técnicas de ejecución de los instrumentos, enriquecieron el planteo musical de la murga.
La actuación de la murga tiene cuatro momentos: en el primero, la presentación, donde la murga comunica sinópticamente su historia y su propósito ante una nueva edición del carnaval.
Luego vienen los dos momentos histriónicos de la propuesta y que a su vez son la parte de humor crítico: el cuplé y el popurrí.
Se finaliza con la retirada, cargadas de sentimiento, mezcla de nostalgia y de esperanza y que cuando conmueven al público adicto perduran en la memoria colectiva de los uruguayos como rasgo identificatorio.
LOS PARODISTAS
Uno de los máximos atractivos que posee el Carnaval es el de la eterna puja entre los diferentes conjuntos, transformándose cada espectador en un apasionado hincha. El término "parodistas" fue utilizado por primera vez en 1871 por un conjunto bautizado como "Los Ocurrentes", aunque hubo que esperar 68 años para que se consolidara la especialidad.
En 1944 nació la categoría "Parodistas" aunque con una concepción diferente a la actual, ya que estaba limitada a un número reducido de integrantes (tres o cuatro). En 1948 se subdividió en tres modalidades, de acuerdo a la cantidad de sus componentes, para concluir en 1950 con su forma definitiva. A la parodia de canciones se le agregaron breves esquicios y monólogos, basados en temas tan disímiles como "una peluquería", "un teléfono", "la televisión" o "La coronación de Los Beatles".
De aquellas páginas originales que no excedían los cuatro o cinco minutos, se pasó a la parodia de novelas, películas o programas de televisión que llegaron a durar hasta cuarenta o cincuenta minutos... casi una obra de teatro.
LOS HUMORISTAS
Los humoristas suelen recurrir a una sucesión de cuadros (en los últimos años sin interrupción entre ellos) o a la suma de situaciones en un todo armónico.
El argumento no puede estar basado en hechos, obras o sucesos reales y debe predominar el humor, la sátira, la picardía y la jocosidad, sin que prevalezca la música o las canciones.
LOS NEGROS Y LUBOLOS
La comparsa de negros es la expresión folclórica más antigua con mayor vigencia en nuestros días. Sus orígenes se remontan a la época colonial, más precisamente a mediados del siglo XVIII, allá por 1760. Un Montevideo muy diferente, tal como describía Isidoro de María. Era una población sumida en las tinieblas, con calles llenas de huecos, zanjas y pozos. Un Montevideo muy religioso por cierto, con misas que registraban una asistencia masiva y a la que se acudía con las prendas más lujosas, ya que era una de las citas sociales más difundidas. Un Montevideo muy apegado a las tradiciones, entre ellas las procesiones de Corpus Christi...
Fue, justamente en las procesiones de Corpus Christi en donde los negros comenzaron a ganar la calle. En aquella época eran un porcentaje ínfimo de la población, aunque con el devenir de los años se fueron multiplicando de tal forma que al llegar a fines del siglo XVIII se calculaba que constituían un tercio del total de los habitantes.
Un día al año era consagrado a ellos: El día de San Valentín o San Baltasar. En esa fecha, los negros esclavos eran autorizados por sus patrones a gozar de vacaciones, descansar y divertirse disfrazándose como sus amos e imitarlos. Las comparsas como tales comenzaron a aparecer en la década del sesenta del siglo XIX, más precisamente en 1865 bautizada "Raza Africana".
La expresión "negros lubolos" (blancos pintados de negros) data de 1876, como puede comprobarse en el diario "La Tribuna" del 26 de febrero de dicho año, donde detalla la aparición de una comparsa "Negros Lubolos" conformada por blancos que bailan y cantan "con la misma perfección que hemos visto más de una vez a los propios negros ejecutar en sus sitios o candombes... Auguramos éxito a esta sociedad que ha tomado con empeño la idea de hacer conocer las costumbres de los amiguitos."
CANDOMBE – LLAMADAS. ALGO DE HISTORIA
La esclavitud ha sido una forma de servicio forzado que existió desde la más remota antigüedad y en todos los continentes. Los esclavos pertenecieron desde siempre a cualquier raza aunque en el mundo occidental impresione mas el tráfico de negros. Aristóteles consideraba a la esclavitud necesaria; los esclavos seres inferiores, debían realizar los trabajos manuales así los esclavistas podían pensar.
El Cristianismo se opuso en vano a este vicio pagano sin éxito, en tanto fue un comercio legítimo desde el siglo 16 hasta entrado el 19 y un suculento negocio sobretodo para los ingleses, contribuyendo los recursos obtenidos a su Revolución Industrial.
En el Río de la Plata el esclavo fue destinado a tareas domésticas y servicios en general, por lo que recibió un mejor trato que el destinado a las plantaciones y a las minas.
Durante la Gesta Artiguista muchos negros se integraron a las filas patriotas, donde fueron influidos por las ideas libertarias e igualitarias del prócer. La abolición de la esclavitud es un proceso que se inicia en 1813 precisamente en el período Artiguista y se extiende hasta 1853, en que una ley declara pirático el tráfico de esclavos.
Su profundo sentido rítmico les permitió conservar las danzas hoy completamente desaparecidas, que en un proceso sincrético se transformaron en el candombe actual.
Los Instrumentos
La danza se acompañaba musicalmente por los tamboriles, pero también con otros elementos todos de percusión como la mazacalla, la marimba, la tacuara y las hueseras.
Sobreviven los primeros que son de 4 tipos: el chico (soprano) de 65 cms. De altura por 16 cms. De boca, el repique (contralto) de 70 x 20, el piano (tenor) de 73 por 24 y el bombo (bajo) de 78 por 27 (aproximadamente).
Personajes
La modalidad actual del candombe está completamente adaptada al carnaval desde 1890, aunque perduran algunos personajes de las viejas “salas” metamorfoseados.
El “escobillero” era antes el encargado de dirigir el ceremonial con un bastón de borlas; hoy lleva una escoba con la cual practica sus malabares.
El “gramillero” representaba el brujo de la tribu, tenía su jerarquía. Por lo que vestía de sombrero de copa, levita, anteojos y barba blanca larga; bastón y valija yuyera, en una y otra mano.
La “mama vieja” con un abanico en la derecha y una sombrilla en la izquierda, recargada de faldas y enaguas, coquetea con el gramillero.
La vedette es un elemento recientemente transculturado.
Para concursar oficialmente la comparsa de “negros y lubolos” debe presentar como mínimo 12 tamboriles, cinco bailarinas, una vedette, un escobero, dos gramilleros, dos mamas viejas, cuatro portabanderas, un portaestandarte, un portamedialuna y un bailarín. Se constituían con un mínimo de 45 miembros y un máximo de 60.
El tamborileo viste saco largo hasta la rodilla sin mangas, con volados. Alpargatas encintadas hasta la rodilla, camiseta blanca, bombachudo hasta la rodilla y sombrero de paja.
LLAMADAS
El candombe en principio nada tiene que ver con el carnaval; se va asociando a él progresivamente a lo largo del siglo 19, y se integra oficialmente a las fiestas de Momo en 1870. La antigua congregación por naciones dio paso en la actualidad a “sociedades” donde el “rey” pasó a ser “presidente” y donde el factor de afinidad es la vecindad, el parentesco, la comunidad laboral, etc.
La llamada es una convocatoria que hacen algunos miembros de la comparsa al resto de la misma, valiéndose del lenguaje rítmico del tamboril. Se realiza en las calles del barrio Palermo, zona de conventillo y apartamentos de corredor, tradicionalmente ocupados por familias morenas. En el Desfile de Llamadas las comparsas compiten entre sí por premios y distinciones que otorga la División Turismo de la IMM, organizadora del evento.
A principios de los años treinta, las Troupes se habían transformado en las "vedettes" del Carnaval y rivalizaban en talento y opulencia. Las posibilidades económicas impedían a un importante número de carnavaleros competir con posibilidades de éxito en esa tan difícil categoría. Atendiendo a ello, y respetando los lineamientos de las Troupes -aunque con un número más reducido de componentes surgió la categoría Revistas, que tuvo diferentes rótulos con el devenir de los años.
REVISTAS Y CONJUNTOS ORIGINALES
Así se denominó la modalidad que rigió desde 1934. El año del debut recogió trece aspirantes al máximo galardón. José M. Delbono fue el director responsable de "Klan Kantar de Juventud”, que se erigió en el primer triunfador. En esta primera etapa ya asomaban otros nombres que tuvieron gran repercusión como "Cantores sin Cartel" (una agrupación de canillitas orientada por Alfonso "Coco" Monzillo), "Minerva (de Luis Smaldone) y "Los Malcriados" (otra creación del genial Carmelo Imperio). El número de integrantes de los conjuntos oscilaba entre los 15 y los 30.
En 1939 no se abrió el período de inscripciones para esta categoría, anotándose sus tradicionales animadores para competir como "Premios especiales". Al año siguiente se creó la categoría "Revistas". En ese período dos títulos se dividieron la preferencia. Uno dirigido por Carmelo Imperio, el otro por Ramón Collazo; sus nombres, "Negros Melódicos" y "Momento Musical", respectivamente. "Los Negros Melódicos" basaron su fama en la cuidada presentación escénica, en los textos inspirados del propio Imperio, acompañado por Cadoppi y Patrón y en su permanente creatividad.
"Momento Musical" rescató los elementos más valiosos de la troupe, amalgamando un ágil paseo en alas de la imaginación por los más alejados rincones del globo terráqueo, con los ritmos y canciones característicos de cada país, completados por breves esquicios cómicos, con gran alarde de escenografías y despliegue de vestuarios.
En esa diversidad de contenidos de nuestras carnestolendas, se destaca un componente rutilante, tal vez lo más representativo de los festejos, la manifestación más pícara y transgresora del culto a Momo por estos lares: la murga.
La batería de bombo, redoblante y platillos, instrumentación que caracteriza a la murga desde los tiempos del mítico director Pepino, tuvo que evolucionar. Insumos de más calidad, mayor tecnología en la fabricación y nuevas técnicas de ejecución de los instrumentos, enriquecieron el planteo musical de la murga.
La actuación de la murga tiene cuatro momentos: en el primero, la presentación, donde la murga comunica sinópticamente su historia y su propósito ante una nueva edición del carnaval.
Luego vienen los dos momentos histriónicos de la propuesta y que a su vez son la parte de humor crítico: el cuplé y el popurrí.
Se finaliza con la retirada, cargadas de sentimiento, mezcla de nostalgia y de esperanza y que cuando conmueven al público adicto perduran en la memoria colectiva de los uruguayos como rasgo identificatorio.
LOS PARODISTAS
Uno de los máximos atractivos que posee el Carnaval es el de la eterna puja entre los diferentes conjuntos, transformándose cada espectador en un apasionado hincha. El término "parodistas" fue utilizado por primera vez en 1871 por un conjunto bautizado como "Los Ocurrentes", aunque hubo que esperar 68 años para que se consolidara la especialidad.
En 1944 nació la categoría "Parodistas" aunque con una concepción diferente a la actual, ya que estaba limitada a un número reducido de integrantes (tres o cuatro). En 1948 se subdividió en tres modalidades, de acuerdo a la cantidad de sus componentes, para concluir en 1950 con su forma definitiva. A la parodia de canciones se le agregaron breves esquicios y monólogos, basados en temas tan disímiles como "una peluquería", "un teléfono", "la televisión" o "La coronación de Los Beatles".
De aquellas páginas originales que no excedían los cuatro o cinco minutos, se pasó a la parodia de novelas, películas o programas de televisión que llegaron a durar hasta cuarenta o cincuenta minutos... casi una obra de teatro.
LOS HUMORISTAS
Los humoristas suelen recurrir a una sucesión de cuadros (en los últimos años sin interrupción entre ellos) o a la suma de situaciones en un todo armónico.
El argumento no puede estar basado en hechos, obras o sucesos reales y debe predominar el humor, la sátira, la picardía y la jocosidad, sin que prevalezca la música o las canciones.
LOS NEGROS Y LUBOLOS
La comparsa de negros es la expresión folclórica más antigua con mayor vigencia en nuestros días. Sus orígenes se remontan a la época colonial, más precisamente a mediados del siglo XVIII, allá por 1760. Un Montevideo muy diferente, tal como describía Isidoro de María. Era una población sumida en las tinieblas, con calles llenas de huecos, zanjas y pozos. Un Montevideo muy religioso por cierto, con misas que registraban una asistencia masiva y a la que se acudía con las prendas más lujosas, ya que era una de las citas sociales más difundidas. Un Montevideo muy apegado a las tradiciones, entre ellas las procesiones de Corpus Christi...
Fue, justamente en las procesiones de Corpus Christi en donde los negros comenzaron a ganar la calle. En aquella época eran un porcentaje ínfimo de la población, aunque con el devenir de los años se fueron multiplicando de tal forma que al llegar a fines del siglo XVIII se calculaba que constituían un tercio del total de los habitantes.
Un día al año era consagrado a ellos: El día de San Valentín o San Baltasar. En esa fecha, los negros esclavos eran autorizados por sus patrones a gozar de vacaciones, descansar y divertirse disfrazándose como sus amos e imitarlos. Las comparsas como tales comenzaron a aparecer en la década del sesenta del siglo XIX, más precisamente en 1865 bautizada "Raza Africana".
La expresión "negros lubolos" (blancos pintados de negros) data de 1876, como puede comprobarse en el diario "La Tribuna" del 26 de febrero de dicho año, donde detalla la aparición de una comparsa "Negros Lubolos" conformada por blancos que bailan y cantan "con la misma perfección que hemos visto más de una vez a los propios negros ejecutar en sus sitios o candombes... Auguramos éxito a esta sociedad que ha tomado con empeño la idea de hacer conocer las costumbres de los amiguitos."
CANDOMBE – LLAMADAS. ALGO DE HISTORIA
La esclavitud ha sido una forma de servicio forzado que existió desde la más remota antigüedad y en todos los continentes. Los esclavos pertenecieron desde siempre a cualquier raza aunque en el mundo occidental impresione mas el tráfico de negros. Aristóteles consideraba a la esclavitud necesaria; los esclavos seres inferiores, debían realizar los trabajos manuales así los esclavistas podían pensar.
El Cristianismo se opuso en vano a este vicio pagano sin éxito, en tanto fue un comercio legítimo desde el siglo 16 hasta entrado el 19 y un suculento negocio sobretodo para los ingleses, contribuyendo los recursos obtenidos a su Revolución Industrial.
En el Río de la Plata el esclavo fue destinado a tareas domésticas y servicios en general, por lo que recibió un mejor trato que el destinado a las plantaciones y a las minas.
Durante la Gesta Artiguista muchos negros se integraron a las filas patriotas, donde fueron influidos por las ideas libertarias e igualitarias del prócer. La abolición de la esclavitud es un proceso que se inicia en 1813 precisamente en el período Artiguista y se extiende hasta 1853, en que una ley declara pirático el tráfico de esclavos.
Su profundo sentido rítmico les permitió conservar las danzas hoy completamente desaparecidas, que en un proceso sincrético se transformaron en el candombe actual.
Los Instrumentos
La danza se acompañaba musicalmente por los tamboriles, pero también con otros elementos todos de percusión como la mazacalla, la marimba, la tacuara y las hueseras.
Sobreviven los primeros que son de 4 tipos: el chico (soprano) de 65 cms. De altura por 16 cms. De boca, el repique (contralto) de 70 x 20, el piano (tenor) de 73 por 24 y el bombo (bajo) de 78 por 27 (aproximadamente).
Personajes
La modalidad actual del candombe está completamente adaptada al carnaval desde 1890, aunque perduran algunos personajes de las viejas “salas” metamorfoseados.
El “escobillero” era antes el encargado de dirigir el ceremonial con un bastón de borlas; hoy lleva una escoba con la cual practica sus malabares.
El “gramillero” representaba el brujo de la tribu, tenía su jerarquía. Por lo que vestía de sombrero de copa, levita, anteojos y barba blanca larga; bastón y valija yuyera, en una y otra mano.
La “mama vieja” con un abanico en la derecha y una sombrilla en la izquierda, recargada de faldas y enaguas, coquetea con el gramillero.
La vedette es un elemento recientemente transculturado.
Para concursar oficialmente la comparsa de “negros y lubolos” debe presentar como mínimo 12 tamboriles, cinco bailarinas, una vedette, un escobero, dos gramilleros, dos mamas viejas, cuatro portabanderas, un portaestandarte, un portamedialuna y un bailarín. Se constituían con un mínimo de 45 miembros y un máximo de 60.
El tamborileo viste saco largo hasta la rodilla sin mangas, con volados. Alpargatas encintadas hasta la rodilla, camiseta blanca, bombachudo hasta la rodilla y sombrero de paja.
LLAMADAS
El candombe en principio nada tiene que ver con el carnaval; se va asociando a él progresivamente a lo largo del siglo 19, y se integra oficialmente a las fiestas de Momo en 1870. La antigua congregación por naciones dio paso en la actualidad a “sociedades” donde el “rey” pasó a ser “presidente” y donde el factor de afinidad es la vecindad, el parentesco, la comunidad laboral, etc.
La llamada es una convocatoria que hacen algunos miembros de la comparsa al resto de la misma, valiéndose del lenguaje rítmico del tamboril. Se realiza en las calles del barrio Palermo, zona de conventillo y apartamentos de corredor, tradicionalmente ocupados por familias morenas. En el Desfile de Llamadas las comparsas compiten entre sí por premios y distinciones que otorga la División Turismo de la IMM, organizadora del evento.
A principios de los años treinta, las Troupes se habían transformado en las "vedettes" del Carnaval y rivalizaban en talento y opulencia. Las posibilidades económicas impedían a un importante número de carnavaleros competir con posibilidades de éxito en esa tan difícil categoría. Atendiendo a ello, y respetando los lineamientos de las Troupes -aunque con un número más reducido de componentes surgió la categoría Revistas, que tuvo diferentes rótulos con el devenir de los años.
REVISTAS Y CONJUNTOS ORIGINALES
Así se denominó la modalidad que rigió desde 1934. El año del debut recogió trece aspirantes al máximo galardón. José M. Delbono fue el director responsable de "Klan Kantar de Juventud”, que se erigió en el primer triunfador. En esta primera etapa ya asomaban otros nombres que tuvieron gran repercusión como "Cantores sin Cartel" (una agrupación de canillitas orientada por Alfonso "Coco" Monzillo), "Minerva (de Luis Smaldone) y "Los Malcriados" (otra creación del genial Carmelo Imperio). El número de integrantes de los conjuntos oscilaba entre los 15 y los 30.
En 1939 no se abrió el período de inscripciones para esta categoría, anotándose sus tradicionales animadores para competir como "Premios especiales". Al año siguiente se creó la categoría "Revistas". En ese período dos títulos se dividieron la preferencia. Uno dirigido por Carmelo Imperio, el otro por Ramón Collazo; sus nombres, "Negros Melódicos" y "Momento Musical", respectivamente. "Los Negros Melódicos" basaron su fama en la cuidada presentación escénica, en los textos inspirados del propio Imperio, acompañado por Cadoppi y Patrón y en su permanente creatividad.
"Momento Musical" rescató los elementos más valiosos de la troupe, amalgamando un ágil paseo en alas de la imaginación por los más alejados rincones del globo terráqueo, con los ritmos y canciones característicos de cada país, completados por breves esquicios cómicos, con gran alarde de escenografías y despliegue de vestuarios.
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